El mosto se obtiene presionando suavemente una mezcla de uvas italianas de primera calidad. Las uvas se almacenan precisamente a 64.4°F y sin pieles. Como resultado de la falta de pieles, el vino que se produce es de un delicado color rubio fresa. Luego se transfiere a tanques de acero inoxidable presurizados, donde se lleva a cabo la fermentación secundaria. Durante esta etapa el vino desarrolla sus burbujas características, siguiendo el método tradicional Charmat.