El vino tiene una gran intensidad frutal con notas cítricas. En boca muestra una equilibrada acidez y frescor con un agradable final frutal. Su persistencia media-larga lo hacen un vino liviano y fácil de disfrutar.Para platos que lleven tomate, pimientos verdes y espárragos. Si lo vamos a tomar con queso es perfecto para aquellos que son cremosos y grasos, ya que la acidez del vino contrasta con ese toque graso de quesos como el ricotta, elbrie, el camembert o el feta. Acompaña a los productos del mar, en general, pero siempre que estén elaborados de forma sencilla, a la plancha o al vapor y no lleven salsas pesadas. Un maridaje perfecto para un buen Sauvignon Blanc fresco y con buena acidez es el cebiche. Temperatura de servicio entre 7° y 10°