Naty y Nior se conocen desde los cuatro años. Para ella, Nior siempre ha sido insoportable. La única persona sobre la faz de la tierra que consigue sacarla de quicio sin esforzarse. El chico que le rompió el corazón. Pero también es el único capaz de ver a través de sus grietas; el único capaz de entenderla y hacerla sentir en casa cuando ni siquiera le soporta. Para él, Naty siempre ha sido la vecina de las trenzas, la obsesión por el chocolate y los peluches. La única chica del mundo por la que cree que vale la pena luchar una y otra vez. La primera que se le metió bajo la piel y a la que dejó escapar, pero no olvida. A pesar de haber crecido juntos, su relación se basa en un tira y afloja constante que son incapaces de obviar. Si pudiesen volver atrás, Naty borraría los últimos dos años de su vida y evitaría el fatídico suceso que lo cambió todo; mientras que Nior solo desearía tener el valor suficiente para hacer las cosas de otro modo y confesarle a su vecina que se había enamorado de ella hasta las trancas. Sin embargo, las cosas no suelen ser como uno desea, y Naty y Nior tendrán que aprender a escuchar a su corazón para no repetir los mismos errores del pasado.