Es una réplica de una planta real, pero fabricada con materiales sintéticos como plástico, tela, polímeros, y a veces incluso seda. Estas plantas están diseñadas para parecerse lo más posible a las naturales, con detalles como hojas, tallos y flores que imitan fielmente la apariencia de las plantas vivas.
Una de las ventajas principales de las plantas artificiales es que no requieren cuidado ni mantenimiento. No necesitan ser regadas, podadas o recibir luz solar, lo que las hace ideales para personas con poco tiempo o que no tienen habilidades para el cuidado de las plantas. Además, pueden ser utilizadas en lugares donde las plantas vivas no pueden sobrevivir, como áreas con poca luz o en interiores con aire acondicionado.